He estado leyendo un excelente libro del pastor John MacArthur, titulado “Avergonzados del Evangelio: Cuando la iglesia se vuelve semejante al mundo” . El libro resume perfectamente (y abunda sobre) algunas de las inquietudes y preocupaciones personales que he tenido en torno al rumbo que ha tomado la iglesia en la contemporaneidad. MacArthur, pastor de la Grace Community Church en California, Estados Unidos, expone en las páginas de su libro la imperante necesidad de reconocer el evangelio como “poder de Dios para salvación”. Es el evangelio, a través de la “locura de la predicación“, lo que es poder de Dios para salvar al hombre.
En nuestros tiempos, el énfasis ha sido puesto en la aceptación y viabilidad de las enseñanzas y filosofías (y hasta “psicologías”) humanas, aún por encima de la inerrante autoridad de las Santas Escrituras. Así, claudicando a la fiel predicación de la Palabra, omitimos la “ofensa” del evangelio para darle al hombre lo que quiere oír. Esto representa el más claro ejemplo de 2 Timoteo 4:3:
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.
A pesar de que el libro del pastor MacArthur cuenta con ya años de circulación, el mensaje que corre a través de sus páginas es tan relevante en el momento en que se escribió como lo es en la actualidad. Absolutamente recomendable, y casi me atrevería a decir que vital para combatir las sutilezas con las que se ha dejado envolver la iglesia en nuestros días.
